Mucho se cree que la mejor edad para contratación es la hoy considerada «edad productiva», el relevo generacional influye mucho en ello y es muy valido, sin embargo grandes corporaciones han revelado que hay factores que ayudan a la rentabilidad y funcionalidad de la contratación en las organizaciones de estas mujeres maduras.
En un mercado que aún continúa en crisis y con una demanda interna que no termina de engancharse al tirón de las exportaciones e inflación en tasas negativas, nada mejor para una empresa que contratar a un trabajador que, casi desde el primer día, va a rendir y dar beneficios a la compañía. Los empleados de más de 50 años no necesitan de muchas indicaciones para hacer bien su trabajo y, de hecho, pueden traer consigo mejoras que, a medio plazo, pueden implementarse y hacer que el nivel organizativo y técnico general ascienda, con el consiguiente beneficio para el conjunto de los departamentos.
- Siendo que ya su edad reproductiva ha pasado, temas como permisos laborales por maternidad no son contemplados.
- Su vida familiar es ya madura en la mayoría de los casos ya los hijos se han casado o mudado del hogar, lo que ya no sería un tema importante una cita o reunión escolar.
- Si su empleada ya llego a la jubilación la ley le permite mantenerla o contratarla y la carga laboral por seguridad social, ayuda a su rentabilidad, como lo estipula las modificaciones al artículo 2 de la Ley 40.
- Lograr que un colaborador se mantenga en su puesto de trabajo luego de su jubilación o contratar a un jubilado, garantiza mano de obra experta en muchas áreas que probablemente en la curva de aprendizaje de los nuevos contratados en la «edad productiva», pueda perder grades oportunidades de avance.