Venecia, revive interés a través de las letras


Venecia
Mientras la Ciudad se hunde, los escritos sobre ella toman auge

No está claro si Venecia se hunde o la están hundiendo. Y aunque es cierto que los episodios de acqua alta cada vez son más frecuentes e intensos, no debemos olvidar que el Adriático lleva casado con la ciudad desde hace unos mil años.

Cada año, el día de la Ascensión, el Dogo salía de la laguna y arrojaba al mar una alianza de oro, en una ceremonia de esponsales que se repitió durante siglos. Así, es lógico que los amantes quieran consumar de vez en cuando, aunque últimamente se les vea más ardorosos que de costumbre.

En este romance, los humanos son apenas testigos de este amor milenario, pero también colaboran en acelerar los tiempos, ya sea por acción, con el desarrollo de una monstruosa industria turística que es a la vez la salvación y la maldición de la ciudad, o por omisión, con el injustificable retraso en la construcción de diques que tal vez solo tal vez sean capaces de retrasar el abrazo final entre la ciudad y su mar, o entre el mar y su ciudad.

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Venezia, Italia / Venice, Italy

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Porque más allá de la belleza evidente, probablemente sea la situación de Venecia, con su grandeza perdida y su destino trágico, lo que la convierte en un imán para escritores y lectores. Los primeros se enfrentan al reto de trenzar esas historias colocando al lector en fondamentecalli y canalli mientras los segundos deben dejarse atrapar por ambas dimensiones –la física y la del relato— sin falsas expectativas ni dejar que una opaque a la otra. Exactamente como harían paseando tranquilos –en la Venecia actual esto a menudo es un desiderátum– por cualquier campiello.

Quizá sea esta fascinación que genera la belleza trágica que representa Venecia y su historia con el Adriático, la que ha ejercido un atractivo irresistible para viajeros, escritores y lectores a lo largo de los siglos.

Tres categorías que no son necesariamente separadas sino que a menudo se solapan. En cierto sentido, escribir sobre Venecia es como componer canciones de amor: sobre un mismo hecho evidente, pero poco cerebral, hay casi tantas aproximaciones como personas que lo intentan.

Además la traslación al papel ya sea en palabras o en notas de esa conmoción interna no puede resultar siempre acertada. Se trata, pues, de asumir un riesgo sin la certeza del resultado final.

El mismo que asumieron los venecianos que levantaron los palazzi, las iglesias, el Arsenale o sus viviendas sobre el fango de la laguna.

Por Jorge Marirrodriga

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