Pasos básicos para emprender en Panamá.


Una buena empresa consiste de tres partes esenciales: una etapa de preparación, un salto elegante y una fase de perseverancia hasta obtener los resultados del esfuerzo

Lo importante de este proceso es entenderlo como un ejercicio de aprendizaje, no una búsqueda de éxito. La 1recolección de datos, la reflexión sobre las lecciones aprendidas y el desarrollo de un proceso consciente de aprender nuevas técnicas y renovar el espíritu de emprendedor es muchas veces más útil y enriquecedor que sencillamente lograr un flujo positivo de dinero, aunque esta también es una meta importante.

Para beneficio del lector detallamos una lista de pasos que puede tomar un emprendedor antes, durante y después de ejecutar su idea para que –como guía– pueda ser utilizada y dar el primero paso.

Un bosquejo inicial

En este sentido, personas con experiencia en comenzar nuevos proyectos recomiendan que lo primero que debe hacer el emprendedor es darle una imagen tangible a su idea, usualmente produciendo un borrador o bosquejo de lo que desea hacer.

2Los elementos claves sobre los cuales debe meditar el emprendedor son: su talento, el producto y el mercado. Tomen un cuaderno y llenen sus páginas con todas las ideas relacionadas al proyecto que buscan desarrollar. Para ser completo, el brainstorming debe incluir una evaluación honesta sobre la situación del emprendedor –tanto financiera como de talentos– y posibles ideas para mejorar ambos elementos.

Al final de este ejercicio, que puede tomar desde días hasta semanas de pensamiento dirigido o de atrapar ideas en el aire, el emprendedor debería tener una visualización tangible de no solo los rasgos generales de su proyecto, sino sus tareas diarias, los obstáculos que deberá enfrentar y los aliados sobre los que puede depender.

Cuando ya la idea está esbozada con claridad, el siguiente paso es detallar las finanzas del proyecto. Aquí, muchos emprendedores se verían beneficiados por ayuda externa, ya sea de un consultor financiero o un contador con experiencia. No obstante, si no se cuenta con esta ayuda a mano, se debe detallar dentro de lo previsible un estimado de las entradas esperadas durante los primeros dos años del proyecto, además de los gastos recurrentes.

Este documento no tiene que ser algo fijo y cerrado. Según información de la Administración de Pequeños Negocios de Estados Unidos, es útil pensar en el plan de negocios “como un proyecto vivo que respira, no un documento fijo y único”.

Con ese plan de negocio, el emprendedor puede pasar a buscar financiamiento, si es necesario, o comenzar a ejecutar su contenido en el caso de proyectos que no requieran fondos iniciales.

Aliados locales

Un importante aliado en Panamá para emprendedores jóvenes es el Acelerador de Empresas de Ciudad del Saber. Esta organización desarrolla cursos sobre cómo hacer planes de negocios, cómo desarrollar una idea para su ejecución y además pone a los emprendedores en contacto con organizaciones de financiamiento, si la idea resulta ser atractiva. A la fecha, el Acelerador ha graduado 15 empresas de las cuales 10 continúan operando.

3

Cruzar realidades y expectativas

Al momento de ejecutar la idea, las guías disponibles sobre emprender detallan que hay que hacer un análisis entre las expectativas que uno tiene y las realidades con las cuales uno se enfrenta.

Vivir en un mundo de expectativas hace el proceso de emprender algo doloroso, más aún para quienes piensan que el éxito es algo asegurado o que verán un flujo positivo en los primeros meses. Por este motivo es importante apoyarse psicológicamente sobre la pasión hacia el proyecto y no los beneficios que genera.

Un proyecto verdaderamente exitoso es aquel que rinde frutos inmediatamente, ya que la recompensa del trabajo llena al emprendedor. El dinero y la fama entonces son accidentes y no el motivo principal.

Mark Twain, humorista de Estados Unidos del siglo XIX, sintetizó todo esto cuando dijo que “veinte años en el futuro, estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por aquellas que hiciste, así que suelta las amarras, viaja lejos del puerto seguro y atrapa los vientos del viaje en tus velas”.

Por: Alfonso Acosta P. en www.prensa.com