Cuando Donald Trump hizo su advertencia, quizá no imaginó que le tocaría vivir una situación como esta desde la Casa Blanca.
En noviembre de 2014, mientras Estados Unidos estaba sacudido por las fuertes protestas callejeras en Ferguson (Misuri) por la muerte del joven afroestadounidense Michael Brown, de 18 años, a manos del policía blanco Darren Wilson, ocurrida en agosto de ese año, Trump alertó por Twitter:
«Nuestra país está totalmente fracturado y, con nuestro débil liderazgo en Washington, pueden esperar que disturbios y saqueos como los de Ferguson ocurran en otras partes», escribió.
Cinco años y medio más tarde, durante tres de los cuales él ha estado en la Casa Blanca, Estados Unidos vive las manifestaciones más graves desde las ocurridas en 1968 tras el asesinato del líder por los derechos civiles Martin Luther King Jr.
La mecha se ha encendido esta vez por la muerte en Minneapolis de George Floyd, un afroestadounidense de 46 años que falleció después de que un policía blanco le presionara el cuello con la rodilla durante más de 8 minutos.
Luego de casi una semana, ha habido manifestaciones callejeras en más de 75 ciudades y en más de 40 de estas han sido establecidos toques de queda.
Muchas protestas han derivado en disturbios, enfrentamientos, saqueos y detenciones.
Ha habido más de 4.000 detenidos a lo largo del fin de semana, según el recuento de Associated Press, y una lista interminable de saqueos, fuegos y escaramuzas, con múltiples heridos.
Hasta 5.000 efectivos de la Guardia Nacional (el Ejército de reservistas bajo el mando de los gobernadores de cada Estado) patrullan por las calles de una docena de territorios.
Fueron más violentos los disturbios de 1992 en Los Ángeles, por Rodney King, cuando murieron más de 60 personas, pero no se extendieron por el resto del país, no salieron de esa ciudad. También ha habido crisis de violencia racial en 2014 en Ferguson, Missouri, y en 2015 en Baltimore, Maryland, pero nunca por todo el territorio estadounidense a la vez, durante tantos días, y en aumento.