Viviendo con mis suegros…


Muchos en algún momento han tenido que pasar alguna temporada con el suegro o la suegra, seas hombre o mujer o del estrato social al que pertenezcas, así ha sucedido en la mayoría de los casos, pues no hablamos únicamente de hacer la vida en pareja al lado de ellos sino también esas vacaciones, tiempo de ocio, enfermedad, puerperio, etc.

En la encuesta hicimos 6 preguntas sencillas para conocer la opinión de nuestros lectores.

A lo que publicamos las más relevantes para que ustedes tengan un promedio de lo que piensan muchos.

1Juanita de 27 años, nos dice que lo que más disfrutó de la vida con su suegra en los 14 meses que tuvieron que vivir juntos fue el poder conocer más de la personalidad de su pareja, pues su comportamiento era completamente diferente mientras vivieron juntos en un departamento, por la actitud de su suegra “ambivalente” él era sobre protector con ella y fue un momento en el que ella a ratos se sentía incómoda. La “bipolaridad de mi suegra era tal que era una persona delante de mi novio y muy diferente al estar ambas solas”. Luego de un tiempo pude recuperar mi empleo y nos fuimos de casa de mi suegra y todo volvió a la normalidad, aunque nunca la confronte, en las reuniones familiares le hago comentarios a modo de chistes de su manera de ser cuando vivíamos juntos.

2Ernesto 31 años, tuve que vivir en casa de mis suegros pues mi esposa quedo embarazada e hizo una embarazo de alto riesgo, mi relación con mi suegro que siempre fue muy buena se fue deteriorando, pues es siempre fue independiente y yo laboraba en una firma contable y estábamos en los meses de cierre fiscal, por lo que ellos no comprendían mis llegadas tardes y salidas muy temprano de casa, como mi esposa y yo siempre fuimos muy parranderos insinuaban todo el tiempo que estaba era de juerga y no trabajando. Mi suegra por su parte quien en su juventud también fue contable, comprendía un poco peros solo un poco y la relación se deterioró, hoy en día nos hemos divorciado y culpo a mis suegros de ese desenlace, ya mi ex esposa volvió a nuestra antigua casa y yo sigo soltero y ya he empezado mi propia firma contable.

3Carla 45 años, al iniciar mi relación con el padre de mi hijo vivimos un tiempo en casa de mi madre y luego otro tiempo en casa de mi suegra, ambas eran divorciadas y vivían solas por lo que nos decían que hasta que naciera el bebé y nos dieran la casa podríamos vivir con ellas, “nuestro gran error, tomar esa decisión para ahorrar”, ninguna de las dos soportaba al otro ni mi madre a mi pareja ni la el a mí,  bien dice el dicho el casado casa quiere, “pues es HO RRI BLE la situación”, ambos decidimos invitarlas a cenar para decirles lo incomodo de la situación y las confrontamos, nos fuimos a vivir a un apartamento de una amiga que se iba de viaje por unos meses, hasta recibir nuestra casa lo que ceso los problemas por algún tiempo entre mi pareja y yo ya que discutíamos constantemente cada uno defendiendo a su madre. Al nacer el bebe los problemas volvieron con mi suegra pues ella era quien me ayudaba en mi tiempo de licencia con el niño y todo era extremo cuidado y críticas, decidimos contratar a alguien para cuidar al niño y salir adelante como pareja.

5Josefino 25 años, entre los 21 y 22 años viví con mi suegros en un anexo que teníamos en los predios de su casa, por aquel entonces yo trabajaba para ellos situación que aproveche para ahorrar y poder sacar el abono inicial de mi casa propia, de igual modo era una época en la que ellos en su momento también se aprovecharon para aprovecharse con mi salario que no siempre fue justo, hoy en día ya tenemos nuestra casa propia y somos muy felices, durante el tiempo que viví con mis suegros mi pareja se abstenía de apoyarme u opinar de la situación cuando teníamos diferencias, hoy sigo trabajando con ellos pero ahora Si me apoya en cada diferencia que se tiene. Definitivo que yo no volvería a vivir con mis suegros.

Teresa 40 años, tuve 2 relaciones formales con quienes compartí techo y nunca tuve que vivir con mis suegros, en este momento por motivos de fuerza mayor me ha tocado hacerlo aun teniendo mi casa propia, inicialmente la relación con mi suegra era “a las mil maravillas”, pero bien dice el dicho “el muerto al tercer día empieza a heder y así ha sucedido”, delante de mi esposos era una persona algo mesurada y cuando él no estaba terminaban de salir las garras, no la he confrontado aunque ganas no me faltan pero ya le dije a mi esposo que me regresaré a mi casa, pues cada quien lleva en si “mi casa mis reglas”, una experiencia que no repetiría.

En definitiva lo que ayuda a enriquecer la relación de pareja es preciso eso, PAREJA que viene de PAR y par son DOS, no es el suegro o la suegra quienes definirán nuestra relación pues ellos ya tuvieron su oportunidad, tampoco son ellos quienes nos dirán como criar a nuestros hijos, también tuvieron su oportunidad.

Rescatamos algunos comentarios de otras opiniones y es que en ocasiones también existe bajo ese mismo techo de los suegros otros consanguíneos viviendo que si bien no tienen mayor injerencia en la relación, opinan o tiene gestos y actitudes desagradables, que de igual modo empañan o incomodan en la relación, lo que se llega a acrecentar si ellos también tienen hijos con modales o mañas que no estamos dispuestos a tolerar.

Un comentario que rescatamos fue el de Cristina 28 años, aunque nunca he vivido con mi suegra ella olvida que “el amor que de hijo a madre es muy diferente al que un hijo brinda a su mujer”, y viven en un eterno celo por las atenciones y cuidados que su hijo me da, “no entiende que ya es adulto y tiene otro pechito donde reposar”.

Miranda de 26años, nos dice que solo una semana vivió con su suegra y es lo peor que le pudo suceder, pues era constante tener que confrontrala, ahora ella maneja el dogma «Sino te metes conmigo, yo ni te miro».

En Cosas y Casos, seguimos apoyándonos en las opiniones de nuestros seguidores quienes nos sugieren temas y luego creamos el artículo, con comentarios de gente real.

 

Esperamos sus comentarios y opiniones.

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